jueves, 26 de agosto de 2010

Diario de un Astronauta

Bitácora del Capitán, fecha estelar 2010.49. Pasaron 4 horas desde que fuimos despertados del sueño criogénico y ya nos encontramos a menos de 2 días de destino. Júpiter. Nuestra misión es estudiar los cambios que se han detectado en los últimos años desde la Tierra sobre el comportamiento de sus tormentas. Estas siguen apareciendo con la misma frecuencia que hace siglos, pero parecen trazar una trayectoria que las junta en una gran tormenta que se encuentra entre los meridianos 23 y 34 del cuadrante 98. Mis ordenes son descender a la superficie con un grupo de reconocimiento y descubrir qué es lo que esta causando esta anomalía.

Será peligroso y puede que no lleguemos a sobrevivir el descenso. De ser así quisiera dejar algunas sugerencias para próximas misiones a este sector del sistema solar. Primero, las cápsulas criogénicas deben ser reacondicionadas para mayor confort de la tripulación, al despertar el 75% del personal sufría de tortícolis post-sueño. Segundo, lo que menos quiere ingerir una persona que lleva 4 meses y medio en criogénia es los compuestos de coliflor e hígado deshidratados, que sin importar que tan nutritivos sean, en un estómago que lleva tanto tiempo vacío, sólo genera malestar, vómitos y diarrea. La próxima vez adjunten al kit médico unos comprimidos de hepatalgina.

Sin más que agregar, concluyo la entrada del día en la bitácora de viaje del Capitán, que tras finalizar el primer párrafo tuvo que salir corriendo al baño por problemas digestivos.

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