domingo, 12 de diciembre de 2010
Entre azucenas y gotas de sol
Recorro un camino difícil de ver, busco un destino en el cual desaparecer.
Del ayer es donde vengo y en el mañana he de desfallecer, mas el presente es a donde pertenezco y donde he de poner a prueba mi fé.
¿Quién eres tú y porqué me quieres guiar? Si el camino es mío, y es a mi destino al que he de llegar.
¿Qué buscas en mí? Si nada tengo que ofrecer.
¿Qué esperas de mí? Si lo único que me queda es caer.
No me digas en qué creer, o si a la luna no debo adorar. Mi corazón es libre de amar y de creer en lo que pueda ver y oler, en lo que pueda sentir y concebir. Pero lo efímero no escapa mi razón, ni lo intangible mi imaginación.
Mis pies van por el camino, un camino repleto de azucenas y gotas de sol, que sin importar cuantas pruebas y trabas me pongas en él, no me evitarán llegar a aquel destino, puro y sólo mío.
Nessyta - The Dragonfly Hunter
domingo, 19 de septiembre de 2010
Lento pero seguro...
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viernes, 27 de agosto de 2010
Cambios
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jueves, 26 de agosto de 2010
Palabras vacías
Hay palabras que no sabemos cuando decirlas…
Hay palabras que nos ayudan a expresar lo que esta en nuestros corazones…
Hay palabras que no sabemos usar…
Hay palabras que usamos sin pensar…
Hay palabras que usamos para cubrir la realidad…
Hay palabras que decimos sin sentir…
Hay palabras que usamos sin el corazón…
Hay palabras que están perdiendo su valor…
Hay palabras que se están volviendo vacías y sin calor…
Hay palabras que se repiten para creer…
Hay palabras que usamos demasiado tarde…
Hay palabras que usamos muy pronto…
Hay palabras…
Hay palabras que solo son eso, palabras…
Sin sentido o razón, solo palabras…
Palabras…
Que con el tiempo pasamos a desvalorar…
Que usamos sin saber…
Que usamos sin sentir…
Hay palabras que son un cascarón vacío…
Palabras vacías…
Poesía Preguntona
¿Qué somos y a dónde vamos?
¿Somos eslabones en una cadena que crece sin cesar?
¿O peones en un juego aún por empezar?
¿Tenemos un rumbo o vivimos a la deriva?
¿Somos náufragos en una isla?
¿O individuos quietos, inertes en un mundo que naufragó?
¿Vivimos en el hoy o en el ayer?
¿Avanzando a un futuro que crece o desaparece?
¿Qué dirige nuestro andar?
¿Inercia o un Dios Celestial?
¿Qué hay a lo lejos?
¿Por qué hemos de avanzar?
¿Algún premio nos espera? ¿O un castigo ha de llegar?
¿Caminamos solos por la vida? ¿O la vida sólo nos ve caminar?
¿Qué tan profundo es el mar?
¿Tan profundo como para ahogar al mal?
¿Tan extenso como para calmar mi sed?
¿Sed de qué, de paz, amor o guerra?
¿Qué se llevó el viento? ¿Y a dónde lo dejó?
¿Lo traerá de vuelta o dado vuelta lo dejará?
¿Qué hace a una abeja sonreír y a una lechuza reír?
¿Lo mismo que a mi corazón latir y las alas de colibrí batir?
Muñequita de la Suerte
Ana era una chica solitaria. Pasaba los recreos sola, contemplando los árboles por la ventana o leyendo en un rincón. Le costaba mucho hacer amigos, ya que se mudaba constantemente por el trabajo de su padre. Esta vez parecía ser diferente, llevaban seis meses viviendo en aquella ciudad, y todo indicaba que se iban a quedar allí un largo tiempo. Las vacaciones de invierno habían terminado y Ana decidió que era tiempo de tratar de hacer alguna amistad. El primer día de clase salió al patio en el recreo, por primera vez en mucho tiempo. Miró a todos lados nerviosa, tratando de encontrar a algún compañero de su aula. Se acercó a un grupito, pero al no notar su presencia fue en busca de otro. Así siguió un rato, sintiéndose cada vez más sola y triste. Se sentó en una hamaca con la mirada fija en sus pies, “Siempre esta mañana”, pensó tratando de alegrarse. El viento movía su pelo castaño, como acompañando su pesar. No oyó sonar la campana. Poco a poco se fue quedando sola en el patio del colegio.
“¡Ana!” oyó que la llamaban. Levantó la cabeza con sorpresa ¿cuánto tiempo llevaba allí? Vio a una de sus compañeras acercándosele al trote. “¡Acá estabas! Cuando la profe vio que faltabas se preocupó mucho, porque siempre te quedas en el aula” Le dijo mientras le tomaba la mano, “vamos, que ya es tarde”.
La niña sonreía, no parecía enojada por haber tenido que ir a buscar a Ana. “Si vas a comenzar a salir en los recreos, avisame y te hago compañía, así no estas sola”. La cara de Ana se iluminó y con una tímida sonrisa le contesto “Gracias”.
Desde ese día las dos niñas comenzaron a pasar sus ratos libres juntas.
El último día de clases, Ana estaba un poco triste, porque iba a pasar algunos meses hasta que volviera a ver a su amiga.
“¡Ana!” la escuchó gritar mientras corría en su dirección, “Tomá, te compré un regalo” le dijo entregándole un pequeño paquete, “Es una muñeca de la amistad, así cuando te sentís sola, sólo necesitas mirarla para saber que estoy con vos”. Ana la abrazó con fuerza, sin palabras para expresar su emoción.
Comenzaron las vacaciones de verano y fuera a donde fuera, Ana siempre llevaba con ella la pequeña muñequita de madera. A veces mientras viajaba sentada en el asiento trasero del auto, tarareaba en su cabeza “Muñequita de la suerte, muñequita muñequita, de kimono siempre vistes, muñequita muñequita. Se que suerte me darás, porque eres de la amistad, y de tu amistad espero tener la suerte de siempre disfrutar”.
Al terminar las vacaciones Ana no volvió a ver a su amiga. Su padre había sido transferido a una nueva ciudad por trabajo. Se entristeció mucho al enterarse de la noticia, pero sabía que ya no era lo mismo. Ahora tenía a su muñequita para recordarle que en algún lado tenía una amiga.
Pasaron los años, las ciudades; amigos fueron y vinieron, pero ella siempre llevaba consigo su muñequita.
Había llegado el momento de abandonar el nido para Ana. Un mar de cajas y bolsas se esparcía por toda la casa. Bueno, es hora de partir, los de la mudanza están por llegar”. “¿Guardaste todo?” le preguntó su madre, “Sí, esta todo en las cajas salvo los documentos, mi billetera, las llaves y Claudia…” respondió mientras revisaba su bolso, “no esta… ¿mamá viste a Claudia?” siguió poniéndose nerviosa. “no, como siempre la tenés encima , no presté atención… ¿estará en alguna de las cajas?” “No sé, no recuerdo verla desde ayer”.
Comenzó a revisar las cajas más cercanas. “¿dónde esta, dónde esta?” pensaba cada vez más preocupada. Platos, ropa y libros, fue todo lo que encontró. “No puede ser ¿dónde se metió?”. Estaba cada vez más tensa. Sentía que se iba a largar a llorar en cualquier momento.
Llegaron los de la mudanza y se fueron llevando las cajas y bolsas que había revisado. Al cabo de una hora no quedaba nada más para revisar. “Seguro esta en algún lugar, ya va a aparecer”, le repetía la madre tratando de calmarla, “anda a mojarte la cara para relajarte un poco”. Así lo hizo. Abrió la canilla de agua fría y se empapó la cara, dejando caer algunas gotas sobre la ropa. Le dolía la cabeza, tanto por el cansancio de la mudanza como por la preocupación. “Se me parte la cabeza, mejor aprovecho y me tomo una aspirina”. Abrió el espejo-botiquín, y ahí estaba, mirándola con sus ojos negros y sonrisa pintados y barnizados. “¡Claudia!” Exclamó con alegría, “perdón, te debí dejar acá cuando vine a buscar algo”. La sostuvo en sus manos unos instantes sin parar de sonreír.
Guardó la muñequita en su bolso y tras saludar a sus padres, se fue. Mientras viajaba en el camión de la mudanza, frotaba con la mano el bolso y pensaba “muñequita de la suerte, muñequita muñequita…”
Hilo Rojo del Destino
Qué somos sino puntos en el espacio. Puntos esperando ser unidos por el hilo rojo del destino. Aquel hilo que también puede romperse y volverse a unir. Una unión que puede durar toda la vida como unos pocos segundos.
Oda a la Luna Llena
Creí verte a lo lejos. Miré otra ves y te ví. Brillabas como es tu costumbre, más parecías brillar para mí. Tu silueta se recortaba a la perfección sobre el manto oscuro que es tu lecho. Yo te observaba con gran admiración y embeleso. Puedes saber que a ti te pertenezco.
Me acompañas por el camino, y sin importar cuan largo y arduo sea, tu lo vuelves divertido. Juegas conmigo a las escondidas, apareciendo y desapareciendo a tu antojo. Y aunque no me enojo, mucho te reprocho. Porque al esconderte, de tu belleza me privas, pero al volver gran alegría me brindas.
Himno de Guerra
Cuando la noche muera y el amanecer vuelva a aparecer, el gran Dragón despertará para guiarnos hacia la victoria. La victoria no sólo sobre nuestros enemigos, sino sobre nosotros mismos, sobre el miedo que envenena nuestros corazones y nubla nuestra mente.
Hoy venceremos, porque nuestro escudo es el valor y nuestra arma la verdad, y no hay verdad que no pueda vencer a la más cruel de las mentiras y al más vil de los engaños.
Unan sus voces en un grito de batalla, porque el cielo será nuestro cuando el oscuro velo de la noche se levante y el sol brille en lo alto. Nuestra es la gloria, el cielo y el mañana.
Perfume y tierra mojada
El sol cae y surgen las sombras. El aire huele a perfume y tierra mojada, casi tan intoxicante como su recuerdo. Tan frágil y pálido como la luna. Ya no volverá, pero aún así espero. No hay un alma en la calle y aguardo en el abrigo de la noche. El silencio reina a mi alrededor. Me muero de frío y adentro hay calor humano. No entro, sólo observo el lugar. Parece que algo va a surgir de alli, algo que sea distinto al agua y a la tierra, al sol y a la luna, al viento y al trueno. Ya no estoy solo. El edificio los va escupiendo. Uno a uno caen, como hojas llevadas por el viento. Desorientados y sin rumbo. Se van apilando, como gotas de lluvia que poco a poco forman un charco de agua prístina. Agua que tapa mis pies y que tiene el poder de devolverme lo que la noche oscura me había quitado. Más sin embargo yo sigo esperando. Esperando inmóvil, sin calor, eterno.
Número: 4 – Nombre: Romualdo – Color: Rojo – Objeto: colectivo de pasajeros – Deseo: Ganar el mundial
Romualdo es un chico de 12 años no muy distinto a los demás. Le gustan los videojuegos y pasear todos los domingos en su bici roja por la plaza. Hoy, como es jueves y juega
-¿Cuánto falta para que empiecen?- le preguntó al padre muy ansioso.
-Ya están por salir- le respondió mientras observaba la pantalla del televisor, -¡Ah! Ahí están-
En el televisor se podía ver a la selección Argentina y a la de Corea del Sur saliendo al campo para los rituales previos al inicio del partido.
Se tira la moneda y comienzan a jugar. Al rato se hace el primer gol.
-¡¡¡GOOOOOOOOOOOOOOOOL!!!- gritan padre e hijo al unísono con todo el edificio.
Pasan el primero y segundo tiempo. Después de casi 2 horas de emoción el contador anuncia la victoria del equipo Argentino sobre su rival 4 goles a 1.
-Bueno- dijo el padre ahora relajado –Pasado mañana es tu cumpleaños, ¿ya sabes qué queres?-
Romualdo lo mira un rato pensativo. Mil y un juegos, juguetes y otras aficiones pasan por su cabeza, pero un solo deseo quedaba fijo en su mente.
-Quiero que Argentina gane el mundial- respondió con firmeza.
-Jeje, ojalá que así sea hijo- le dice el padre mientras lo despeina cariñosamente. –Acordate que hoy tenes que ir a la profesora a pesar de que no fuiste al cole- le recordó.
-Sip, tengo a las 4- respondió apesadumbrado –voy desde lo de
-Bueno, entonces anda a terminar la tarea de la profe así te vas tranquilo para allá-
El pequeño asintió con la cabeza y se dirigió a su cuarto. Hizo la cama, se cambió y comenzó a revisar sus carpetas. Sólo le habían quedado por hacer un par de ejercicios, que terminó rápidamente. Miró el reloj. Eran las 12 y media.
-Uuuuh... ¡me re colgué!- exclamó agarrando todo lo que necesitaba y metiendolo con rapidez en la mochila.
A las corridas se despidió de sus padres y salió por la puerta. Cinco minutos después ya estaba en la parada esperando al colectivo, exhausto. Una vez que llegó, se subió y sacó su boleto. Un “vamos vamos, Argentina, vamos vamos a ganar...” lo acompañó durante el trayecto.
Martes Noctambulo
Es de noche y todos duermen. Tomo la vieja notebook y la llevo al comedor. Tarda en encender así que pongo agua en la pava eléctrica. Las ideas comienzan a fluir al igual que el té de la tetera. Olor a jazmín y hiervas. Entro en un mundo creado de mi imaginación, descubro sus secretos. Soy feliz.
Escrito en el cuerpo
Escrito en el cuerpo
Esta el paso del tiempo
Aquello que es y fue
Dejando lugar a lo que será
Escrito en el cuerpo
Están besos y caricias
Escrito en el cuerpo
Están el hambre y la sed
Escrito en el cuerpo
Están la tristeza y la soledad
La juventud y la vejez
La alegría y la algarabía
El dolor y la pasión
Escrito en el cuerpo
Están nuestros deseos
Junto a aquellos recuerdos
Que aún no se olvidan
Escrito en el cuerpo
Esta el mapa de nuestro ser
Un ser que será hoy y siempre nuestro
Sin restricción, ni destino
Porque, ¿qué es el destino
Sino lo que construimos por el camino?
El camino de la vida
Que sube y baja
Corre y nada
Y va dejando marcas
Profundas o superficiales
Que nos moldean y hacen crecer
Quedando para siempre
Escritas en el cuerpo
Corazón de Medialuna
Corazón de medialuna
A veces creciente, a veces menguante
Con pastelera o dulce de leche,
O tal vez, jamón y queso
Es un corazón cambiante
Que siente y que odia
Que ama y ahoga
Puede ser crocante y duro por fuera
Pero suave y tierno por dentro
Volver a decir Hola
Ayer te ví, seguías igual
Hoy me ví, seguía igual
Dijimos Hola y dijimos Adiós
Te di las gracias y te pedí perdón
Te admiré y tus confesiones guardé
Nos vimos crecer, nos vimos llorar
Nos vimos llegar, nos vimos partir
Te dí un abrazo que después rompí
Te quise entender, no quisiste escuchar
Una línea se creo y la dejaste crecer
Nada cambió en vos, nada cambió en mí
Comencé a comprender mi corazón
El tuyo jamás lo comprendí
Volvimos a decir Adiós
Aún espero volver a decir Hola
Y aunque este nunca llegue
Yo igual lo espero
1 + 1 = ♥
Uno más uno hacen dos
Así nos enseñan en la escuela
Un Hombre conoce a una Mujer
Y pronto uno más uno igual dos
Un Hombre conoce a un Hombre
Y pronto uno más uno igual dos
Una Mujer conoce a una Mujer
Y pronto uno más uno igual dos
Quizás, con el tiempo pasaran a ser
Uno más uno igual a tres, tal vez cuatro
Quizás seguirán siendo uno más uno igual dos
Uno más uno sin restricción
Uno más uno es el amor
Diario de un Astronauta
Bitácora del Capitán, fecha estelar 2010.49. Pasaron 4 horas desde que fuimos despertados del sueño criogénico y ya nos encontramos a menos de 2 días de destino. Júpiter. Nuestra misión es estudiar los cambios que se han detectado en los últimos años desde
Será peligroso y puede que no lleguemos a sobrevivir el descenso. De ser así quisiera dejar algunas sugerencias para próximas misiones a este sector del sistema solar. Primero, las cápsulas criogénicas deben ser reacondicionadas para mayor confort de la tripulación, al despertar el 75% del personal sufría de tortícolis post-sueño. Segundo, lo que menos quiere ingerir una persona que lleva 4 meses y medio en criogénia es los compuestos de coliflor e hígado deshidratados, que sin importar que tan nutritivos sean, en un estómago que lleva tanto tiempo vacío, sólo genera malestar, vómitos y diarrea. La próxima vez adjunten al kit médico unos comprimidos de hepatalgina.
Sin más que agregar, concluyo la entrada del día en la bitácora de viaje del Capitán, que tras finalizar el primer párrafo tuvo que salir corriendo al baño por problemas digestivos.
jueves, 21 de enero de 2010
Work in progress
Estos son algunos proyectos que tengo en proceso (real o aún en mi cabeza):
-Hurón
-El Portal
-Los Siete Demonios
-La Baldosa
-Hojas en el Viento
-Otros, sin nombre aún...
(algunos nombres van a cambiar con el desarrollo de la redacción)
Tengo ganas de dejar todo y escribir... sería genial, pero voy a tener que vivir un poco también =P
Seeya, quizás pronto suba un fragmento de algo ;)
The Dragonfly Hunter